Cada vez que registro un casamiento, mi misión como fotógrafa de bodas documental es tratar de entender quiénes son mis novios para que las fotos los reflejen lo máximo posible. Quiénes son estas personas que están en un momento único de sus vidas y que van a mirar estas fotos miles de veces durante el paso de los años.
Quiero que las fotos hablen de ellos. De ustedes.
Sé que es una cuestión de estilos. Pero, para ser sincera, me aburren las galerías de casamientos en las que todas las fotos son iguales. Es como si contaran siempre la misma historia. Y yo me dedico a contar SUS historias. Las de cada uno de ustedes.
Y por suerte tengo novios que no solo son así, sino que hasta cuelgan un cartel con esta filosofía.
“Don’t stop me now, I’m having such a good time”.
“No me frenen ahora, la estoy pasando increíble.” Algo así sería la traducción de este himno de Queen que Manu y Nico eligieron como telón de fondo para su fiesta. Y así lo vivieron.
Amo las parejas que buscan disfrutar el momento. Nunca se me ocurriría frenar una diversión para generar recuerdos posados y perfectos. Creo que podría definirme no solo como fotógrafa de bodas sino como fotógrafa de momentos.
De esta boda podría contarles sobre el first look, las máscaras de caballos o los gatos gigantes, las hamburguesas o el saxofonista. Tuvo detalles únicos, creativos y originales que me encantaron fotografiar.
Pero lo que más me gustó fue la magia.
La magia de Manu y Nico y los momentos que supieron crear.
Porque esta pareja no solo se dedicó a pasarla bien, sino que también se tomaron momentos para pasarla bien SOLOS.
El primero fue cuando practicaron su primer baile, entre escaleras y ruleros. Sé que no es así oficialmente, pero, para mí, ése fue su verdadero primer baile. El de ellos dos. El de ese momento en que no importa nada más, ni el look, ni los que estaban trabajando, ni los invitados que estaban en camino. Fue un momento de ellos. Solo ellos.
El segundo momento fue durante la recepción. Los vi irse solos, a un lugar alejado, mirarse, abrazarse. Y, no lo pude evitar, de lejos les saqué alguna foto. Nunca los hubiera interrumpido para que posaran y que la foto saliera mejor o más prolija. Porque el momento ya era perfecto. Lo que sí quería era que cuando miraran todo el relato fotográfico de su boda, se encontraran con ese recuerdo. Puro y sincero.
Un momento sin luces, ni decoración, sin invitados ni música. Y estoy segura de que ese momento fue (es) especial.
Esa foto no la compartí acá, porque esa foto cuenta mucho más que lo que muestra.
Esa foto cuenta que Manu y Nico se valoran y disfrutan los instantes llenos de magia. Y que la magia la ponen ellos. Seguro que también cuenta muchas cosas más, que solo ellos dos sabrán.
Gracias Manu y Nico por dejarme ver y contar su historia.
Eli – 54 Fotografía
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