Paula y Julio vinieron desde España para festejar su casamiento en Buenos Aires. Eligieron Rincón de Pilar, un salón que me encanta porque tiene unos jardines hermosos y distintos ambientes para aprovechar en cada momento.
Organizar un casamiento desde afuera, o mejor dicho, una “Destination Wedding”, puede ser un poco complicado y por eso decidieron contar con la ayudar de Pink Brain, unas wedding planners que les organizaron tremenda e increíble fiesta. ¡Chapeau!
Enamorada del blanco y negro, del color y de los corazoncitos.
Como siempre, todo arranca durante las preparaciones. Esta boda no me va a dejar ocultar mi amor por el blanco y negro, que me encanta porque lleva la atención a los momentos, las emociones y la luz. Las habitaciones del Sheraton de Pilar son ideales para eso. Pero una vez que llegamos a la ceremonia, ¿cómo no rendirme a los colores de un casamiento al atardecer?
Los casó un familiar muy cercano y, si leyeron otros posts en esta web, ya deben saber que me encanta que hagan esta elección. Esas caras de emoción solamente las puede lograr alguien que conoce a los novios y los quiere de corazón.
Pero si hay algo que me enamoró de este casamiento fue la salida. Intenté limitar la cantidad de fotos, porque creo que tengo 25 imágenes de este momento. Y si para mí fue mágico caminar y sacar fotos entre una nube de corazones, no me puedo imaginar lo que sintieron Pau y Julio al caminar juntos de la mano por ahí.
En esta web van a encontrar un link con recomendaciones para el día de su boda. Bueno, esta salida se suma a la lista sin dudarlo.
Una fiesta, un lujo.
Gastón Camisani fue quién comandó esta tremenda fiesta donde no faltaron burbujas, personajes fantasiosos, inflables gigantes, helados de peluche y hasta pelotas enormes. No les puedo explicar lo que me reí en esta boda, entre los invitados, sacando fotos y disfrutando. También me he llevado algún golpe, porque estar en el medio de la fiesta nunca es gratis. Pero no importa. Vale la pena. Es mi trofeo de guerra.
Porque tener un trabajo en el que no se te va la sonrisa de la cara, definitivamente es un lujo.