El día de la boda, Noe y Fabri solo nos pidieron unas fotos en particular: adentro de una librería antigua en el centro de Buenos Aires. Nosotros, como fotógrafos y como nerds amantes de los libros, estábamos más que felices. Además nos gusta mucho cuando los novios tienen una idea especial para sus fotos, nosotros estamos abiertos a todas las ideas!
Ellos se casaron por iglesia a la mañana y después fuimos todos a Puerto madero a festejar. Muchos familiares de Noe viven en Salta y entonces la boda también se convirtió una especie de reencuentro familiar. Hoy en día somos muchos los que tenemos a alguien que queremos lejos y qué mejor excusa que un casamiento para traerlo de vuelta?
El fotolibro de Noe y Fabri fue uno de nuestros preferidos y tenemos que admitir que nos costó soltarlo. Es muy lindo ver cómo quedan las fotos en papel, pero saber que ese fotolibro va a pasar de mano en mano y que ellos van a poder compartir sus fotos preferidas, nos dio la energía para entregarlo. Es que a sus fotos también las sentimos como parte nuestra y cada vez que entregamos una boda sentimos que dejamos un poquito de nosotros en cada lado. Esa es una de las cosas que más nos gusta de este trabajo.