Carolina y Lautaro son los dos médicos y están acostumbrados a vivir emociones fuertes y el día de su casamiento no fue una excepción. El día de la boda la novia se cambió con su bebé de 1 año, lo que nos dio muchas oportunidades para hacerle fotos a los dos. Después el gordito también llevó los anillos en la ceremonia, y pudo ser parte de un día super especial para sus papás.
Ellos son de los novios que no les gusta mucho posar para las fotos sino que querían invertir todo el tiempo en compartir con sus invitados. Les hicimos una mini sesión en 5 minutos que les robamos durante la recepción y después los dejamos hacer lo que más querían: relajarse y disfrutar.
Si algo no le faltó a este casamiento fue baile, energía y emoción. Nos encanta cuando los novios están pasándola tan bien que se olvidan de todo y nosotros podemos capturar sus emociones más puras. Después de todo, lo más importante es pasarla bien! Y ahora, con sus fotos, ellos van a poder vivirlo y disfrutarlo una y otra vez.
























































