Sil y Patricio ya estaban casados por civil pero quisieron tener un casamiento religioso en una iglesia para terminar de coronar su amor. Silvina, que es diseñadora de vestidos de novia, tuvo la oportunidad de vestir una de sus creaciones y estaba realmente hermosa. Sin embargo su hijo compitió con ella a ver quién se llevaba la mayoría de las miradas. Fue una ceremonia y un festejo íntimos con su familia y amigos; comieron, bailaron, disfrutaron, una día perfecto para seguir con una historia de amor que ya tiene varios años.










































































